A diferencia de otras mascotas, el gato es un animal muy limpio, que entierra y cubre su orina y excrementos. Por ello lo primero que hemos de hacer es proporcionarle una bandeja adecuada con arenas absorbentes. En cualquier tienda de animales o clínica veterinaria le ofrecerán distintos tipos de arenas y de bandejas. Dicha bandeja ha de estar en un lugar tranquilo, de fácil acceso y con las siguientes características: destapada, grande y no muy alta, con arenas absorbentes no perfumadas.
Su gato tiene dos motivos para comportarse así: además de señales olfativas también deja señales visuales en su territorio, y porque hace ejercitar y renovar sus unas. Lo que debemos hacer es detectar que zonas y materiales araña, para proporcionarle de inmediato un rascador adecuado. Si dejamos pasar el tiempo, entonces ya será tarde para acostumbrarle al rascador.
Si su gato es macho, lo normal es que marque su territorio con pequeñas cantidades de orina. Suele elegir objetos y zonas verticales: puertas, cortinas, algún mueble... Hable con su veterinario, que le ayudará a descartar causas orgánicas e identificar problemas de marcaje por motivaciones sexuales y de estrés, u otras causas relacionadas con las características de las bandejas. Cabe señalar que es mejor utilizar detergentes enzimáticos que eliminan la materia orgánica, evitando productos que contengan amoniaco y derivados. Otras causas, además del marcaje, pueden ser etapas de elevado estrés: ha venido una nueva mascota a Ia casa, o han habido cambios de domicilio o de muebles,etc.
Cuando queramos que nuestra mascota no se acerque nunca a ciertos objetos, que no busque comida en la basura, que no coma de nuestro plato, etc... deberemos actuar rápidamente, distrayéndola con una palmada, por ejemplo, para que deje de realizar la conducta incorrecta y no tenga el mal hábito cuando sea adulto.
IMPORTANTE: Tendremos que ponernos de acuerdo toda la familia en utilizar las mismas voces, gritos o sonidos de orden para no confundir al animal. Nunca utilizar castigo físico ni gritos para evitar posibles reacciones agresivas por miedo.